a Maria Flavia, mi hija.
Biblos 30 mayo de 2010
Mi pequeña princesa
Quiero ser tu héroe,
Tu padre: el caballero
Que te protege
El rey que te aconseja.
Guarece entre mis brazos
En mi calor la mañana está próxima.
Te despertaré al amanecer
Correremos tras las mariposas
Y tras nuestros sueños.
Cuando llueva jugaremos en los charcos,
Construiremos un mundito de papel y colores
Aprenderemos a amar juntos,
¡Quiero que algún día
Alguien te ame como amo a tu mamá!
Me ayudarás a poner la mesa
A despertar a tus hermanitos
Con risitas cosquillosas.
Saltaremos en las camas
Cantando el himno de los domingos.
No te avergüences
Cuando tu papito sonríe
Mientras tu hermosa madre
Te hace una mariposa con el cabello,
No me mires así,
Ella me ama también.
No temas la oscuridad,
Si quieres miramos
Un ratito más las estrellas.
Míralas brillar, guiñarte
Sé que sólo tú comprendes
Sus inocentes secretos.
No temas la realidad
Aquí estoy yo,
Sueña María Flavia,
Que tus sueños nos salvarán mañana,
Duérmete mi niña
Duérmete pequeña,
Papá te ama,
Papá te ama.