sábado, 10 de noviembre de 2012
Sabes amor, ayer descubrí ese horizonte que olvidamos, lo recordé mirando tus ojos cerrados muy de noche. Me sorprende saber que ese horizonte al que huíamos de la libertad del no-ser, reencarnó en tus párpados de torre alta. Quise correr, amanecer tras tus ojos, soy el Sol me decía, soy el Sol cantaba... y al despertar me vi en tus pacíficos espejos y me reconocí, me vi como ves y me lloré, dije en silencio: Oh Padre amado, me has dado otra oportunidad. Aquí estamos....
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